David Parker Ray y su caja de juguetes

David Parker Ray, era un sujeto alto, delgado, de cabello gris y un pintoresco bigote. Tenía la piel rojiza y arrugada, debido a largas jornadas de trabajo expuesto al sol candente de Texas. Siempre esbozaba una sonrisa, tenía una voz suave y parecía un sujeto amable. Sin embargo, al revisar su biografía, podemos identificar algunos rasgos de sadismo desde una edad muy temprana. La cifra total de víctimas, permanecerá siendo un misterio que David se llevó a la tumba. Hoy, sin embargo, los especialistas en asesinos en serie aseguran que, por lo menos, habría acabado con la vida de unas 60 mujeres.

Parker Ray fue condenado a 223 años de cárcel, pero no pasaría un solo día en la cárcel pues justo antes de ser enviado a la Correccional del Condado de Lea, falleció de un paro cardíaco el 28 de mayo del 2002, a la edad de 62 años.

Humberto Pérez-Tomé en la dirección, redacción y narración y Paz Velasco a cargo de los detalles criminológicos del expediente.